En creatividad, una vez hemos logrado generar muchas ideas hay que empezar ha trabajar con ellas. Para ello, tendremos que echar mano de uno o más de los métodos existentes para evaluar ideas y decidir su validación o su descarte.
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Para evaluar las ideas, la búsqueda de información debe responder a tres temas
fundamentales: la oportunidad, los recursos y el equipo.
OPORTUNIDAD
¿La idea es realmente una oportunidad? ¿Qué necesidad concreta (del cliente) esperamos satisfacer? ¿Cómo pensamos comercializar nuestro producto? ¿Por qué los clientes nos comprarán a nosotros y no a nuestros competidores? ¿Es el momento adecuado para ejecutar la idea?
RECURSOS
- ¿Contamos con los recursos necesarios? ¿Qué inversión inicial requiere el proyecto? ¿Cuándo recuperaremos la inversión? ¿Disponemos o podemos disponer del dinero para llevar la idea adelante? ¿Poseemos el conocimiento necesario para administrar esta clase de negocio? ¿Tenemos acceso a los proveedores clave que necesita el proyecto?
EQUIPO
- ¿Contamos con el equipo adecuado? ¿Qué personas serán clave en el éxito o fracaso del negocio? ¿Qué rol cumplirá cada una de ellas? ¿Qué ocurriría si, después de un tiempo, una de estas personas decidiera abandonar el proyecto? ¿Podría ser reemplazada o su deserción causaría el fracaso de la iniciativa?
Muchas ideas mueren en esta fase. Eso tiene un aspecto sin duda positivo: nos evitará seguir dedicando tiempo y dinero a una iniciativa con escasas posibilidades de éxito.
Si la respuesta a estas preguntas sugiere que la idea es viable, podremos avanzar en la implantación de la idea.
OPORTUNIDAD
¿La idea es realmente una oportunidad? ¿Qué necesidad concreta (del cliente) esperamos satisfacer? ¿Cómo pensamos comercializar nuestro producto? ¿Por qué los clientes nos comprarán a nosotros y no a nuestros competidores? ¿Es el momento adecuado para ejecutar la idea?
RECURSOS
- ¿Contamos con los recursos necesarios? ¿Qué inversión inicial requiere el proyecto? ¿Cuándo recuperaremos la inversión? ¿Disponemos o podemos disponer del dinero para llevar la idea adelante? ¿Poseemos el conocimiento necesario para administrar esta clase de negocio? ¿Tenemos acceso a los proveedores clave que necesita el proyecto?
EQUIPO
- ¿Contamos con el equipo adecuado? ¿Qué personas serán clave en el éxito o fracaso del negocio? ¿Qué rol cumplirá cada una de ellas? ¿Qué ocurriría si, después de un tiempo, una de estas personas decidiera abandonar el proyecto? ¿Podría ser reemplazada o su deserción causaría el fracaso de la iniciativa?
Muchas ideas mueren en esta fase. Eso tiene un aspecto sin duda positivo: nos evitará seguir dedicando tiempo y dinero a una iniciativa con escasas posibilidades de éxito.
Si la respuesta a estas preguntas sugiere que la idea es viable, podremos avanzar en la implantación de la idea.
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